jueves, 4 de junio de 2009

MODELO EN EDUCACIÓN POR COMPETENCIAS

EDUCACIÓN BASADA EN COMPETENCIAS

Competencias en la Educación.

La idea del trabajo educativo por competencias ha evolucionado a lo largo de la historia. El concepto de competencia ya se utilizaba desde el campo de la psicología, de la lingüística y de las teorías de la comunicación.

Chomsky (en 1957) define el término competencia como "capacidades y disposiciones para la interpretación y la actuación".

La educación basada en competencias requiere de una nueva orientación educativa que de respuesta a las demandas de la sociedad del conocimiento. Lejos de ser una educación conductual, se trata de una educación dinámica, integral y sobre todo crítica.

La UNESCO la define en (1996) como: Una competencia es el conjunto de comportamientos socioafectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente un desempeño, una función, una actividad o una tarea.

Por lo tanto, la educación por competencias se centra en la necesidad, estilos de aprendizaje y potencialidades individuales para que el alumno desarrolle niveles superiores de pensamiento en la resolución de problemas concretos y reales.

Una competencia en la educación, es un conjunto de comportamientos sociales, afectivos y habilidades cognoscitivas, psicológicas, sensoriales y motoras que permiten llevar a cabo adecuadamente una profesión.

Así las competencias se acercan a la idea de aprendizaje total, en la que se lleva a cabo un triple reconocimiento:

1. Reconocer el valor de lo que se construye.

2. Reconocer los procesos a través de los cuales se ha realizado tal construcción

(metacognición).

3. Reconocerse como la persona que ha construido.

La construcción de competencias no puede realizarse de manera aislada, sino que tiene que hacerse a partir de una educación flexible y permanente, desde una teoría explícita de la cognición, dentro de un marco conceptual, en un contexto cultural, social, político y económico.

La educación basada en competencias se refiere, en primer lugar, a una experiencia práctica y a un comportamiento que necesariamente se enlaza a los conocimientos para lograr sus fines. Deja de existir la división entre teoría y práctica porque de esta manera la teoría depende de la práctica, implica la exigencia de analizar y resolver problemas y de encontrar alternativas frente a las situaciones que plantean dichos problemas, la capacidad de trabajar en equipos multidisciplinarios y la facultad de aprender a aprender y adaptarse.

La evaluación en un modelo por competencias se desarrolla a través de procesos por medio de los cuales se recogen evidencias sobre el desempeño de un alumno, con el fin de determinar si es competente o todavía no para manejar los diferentes aprendizajes.

Se trata también de que las prácticas docentes tradicionalistas modifiquen la forma de enseñar y evaluar; recordando que antes se trataba de evaluar toda la información que el alumno almacenaba, sin tomar en cuenta sus procesos de aprendizaje o su desarrollo cognitivo.

La educación que se basa en competencias se refiere si bien, a una experiencia práctica y a un comportamiento interdependiente de los conocimientos adquiridos durante el proceso de escolarización y culturización.

Una persona competente se define como aquella que posee los atributos (conocimientos, valores, habilidades y actitudes) necesarios para el desempeño de un oficio, tarea u profesión.

El Papel del Docente

Las competencias como base de la nueva educación debe tener una orientación que pretenda dar respuesta a la sociedad del conocimiento y al desarrollo de las nuevas tecnologías, las estrategias educativas se diversifican, el docente deja de lado los objetivos y las formas de evaluar tradicionales, para dar paso a una figura mediadora y facilitadora donde será necesario dedicar la mayor parte de su tiempo a la observación del desempeño de los alumnos.

A través del desarrollo del currículum, la educación en competencias se concentra en los conocimientos, las habilidades, destrezas, actitudes, valores y se evalúa a los alumnos a través de los logros desempeñados durante la tarea educativa, no sólo por los conocimientos adquiridos.

Las competencias en los nuevos paradigmas de la educación pretenden mejorar el aprendizaje de los alumnos y enriquecer el currículum escolar; para encontrar un sentido transversal a los contenidos de enseñanza.

Hablar de competencias es referirse a capacidades más que a simples contenidos. Tienen un carácter interdisciplinario, es decir, las competencias se apoyan en diversas disciplinas, no sólo en una; y han de permitir comprender y actuar responsablemente en la realidad de la vida cotidiana.

El auge, desde los años 90, de modelos educativos basados en competencias aparece como respuesta a las demandas que la sociedad hace a la escuela para que forme ciudadanos y ciudadanas capaces de integrarse con éxito en la sociedad actual y responder a sus necesidades empresariales y económicas.

Al término “competencia en educación” se le atribuyen muchos significados que generan confusión, al no quedar claro cómo se concibe la competencia y qué diferencias existen con un desarrollo basado en capacidades y habilidades. En este sentido nos podemos encontrar con frecuencia que palabras como capacidad, habilidad y competencia funcionan como sinónimos. Sin embargo, en otras ocasiones, entre estos conceptos existe una relación pero no una equivalencia.

Competencia tiene que ver con tres acepciones:

Capacidad o aptitud del individuo para hacer algo. Una persona es competente cuando es capaz de entender y resolver un problema o situación que se le plantea. Tiene que ver con características del propio individuo y con sus experiencias previas e historia personal.

Competitividad entendida como capacidad de la persona no sólo para enfrentarse con éxito a nuevos aprendizajes, situaciones o problemas sino de hacerlo con más eficacia que otras. Esto implica la capacidad de la persona por hacer valer sus formas de pensar y actuar en la comunidad y de demostrar que están más preparadas que el resto.

Incumbencia referida a la relación que la persona establece con la realidad y su entorno. Es decir, el grado de interés, participación y sentimiento que le genera la realidad en la que se desenvuelve. Desde esta perspectiva la persona puede juzgar que un hecho presente o futuro, le compete o no, suscita o no su interés, puede afectarle o no.

Nos encontramos ante tres aspectos del término competencia que, si bien no son excluyentes entre sí, pueden condicionar, dependiendo qué tipo de concepto es el que predomina, las finalidades de la educación en cuanto a formar un determinado perfil de persona y de sociedad.

El modelo de competencias en Europa

Ese planteamiento basado en competencias, llega a la educación directamente a través de la vía europea, como puede verse en los acuerdos de Lisboa:

“El Consejo Europeo de Lisboa” de 2000 había invitado a los estados miembros, y a la Comisión a que definieran "las nuevas destrezas básicas del aprendizaje a lo largo de la vida", enumerando como tales: las tecnologías de la información, las lenguas extranjeras, la cultura tecnológica, el espíritu empresarial y las destrezas sociales.

La importancia dada a unas determinadas competencias o la forma en que se han definido u organizado los currículos a partir de ellas ha sido muy variada en el contexto de la Unión Europea. Se pasa de una sociedad del saber a una sociedad del saber-hacer.

Por último, la finalidad de las competencias tiene o debe tener un carácter social (saber, hacer, saber estar). Eso le da importancia a la finalidad. Deben estar definidas para la inclusión y no para servir a una parte de la población.

También deben ir dirigidas a la formación integral y de todos los ámbitos de la persona y no sólo de una parte de ella.

Bibliografía

ALBA, Alicia de, et al. (1981), Propuesta teórico-metodológica para la evaluación deplanes de estudio en educación superior, en serie: Ponencias, No. 1, Departamento deEvaluación Académica. ENEP Zaragoza, UNAM, México.http://www.congresoretoyexpectativas.udg.mx/congreso%205/Mesa%203/ponencia6.pdf http://www.concejoeducativo.org/article.php?id_article=164

1 comentario:

  1. Muy completo tu trabajo Ana María, las megatendencias existentes hoy en día nos obligana replantear nuetra función en esta aldea globalizado y por supuesto tambien nos lleva a replantear nuestro quehacer docente, no es posible que sigamos impartiendo clases de la misma forma que se hacía hace 50 o 100 años.


    Para ser parte dinámica de esta sociedad del conocimiento necesitamos prepararnos y empezar la ardua labor de modificar paradigmas, primero en nosotros y luego en nuestro entorno, debemos recordar que los docentes somos agentes de cambio y tenemos un gran compromiso con nuestra sociedad, con nuestros alumnos y con nosotros mismos.


    El modelo educativo basado en competencias resulta una alternativa interesante y tal vez necesaria en nuestro siglo XXI, ya que su objetivo es muy ambicioso formar individuos capaces de transformar su entorno, además de que es inclusivo a la sociedad, por tanto es que las competencias deben ser para lavida (con todo lo que ella abarca).

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